Sustos que dan gusto!
- Enrique Buendía
- 21 jul
- 7 Min. de lectura

Monsters Inc. es una película producida por Pixar y distribuida por Walt Disney en 2001. Este largo metraje concebido para niños, cuenta la historia de James P. Sullivan un exitoso asustador consumado y su binomio Mike Wazowski, ambos trabajan en Monsters Inc. una empresa que acumula energía de los gritos de los niños humanos luego de haber sido espantados por monstruos, que noche a noche, se introducen a sus cuartos por los armarios. De alguna manera la empresa tiene acceso a las puertas de todos los niños del mundo y en función del uso horario de la región planetaria en donde es de noche, los monstruos entran a asustarlos. Sulley y Wazowsky son el binomio más exitoso de le empresa, sin embargo tienen un enemigo, Randall, una salamandra que les pisa los talones y les tiene envidia porque no logra superar sus resultados. Así que decide secuestrar a una niña que Sulley llama Bu, para obtener de esta manera, una cantidad mayor de energía mediante un procedimiento mecánico que será revelado hacia el final del filme. Por fortuna, Sulley se introduce primero a la habitación de Bu y esta se prende de su figura sin que él se de cuenta, escabulléndose así al mundo de los monstruos. Sulley y Wazowsky se vuelven locos intentando regresar a Bu a su mundo, pero la dificultad de encontrar la puerta indicada, le da oportunidad a Randall de tenderles una trampa para capturar a Bu, sin embargo, es Wazwoski quien es atrapado en su lugar, y el que es puesto en la maquina aspira gritos que parece tragarse la energía vital de las víctimas. Antes de que esto suceda, Sully y Bu logran rescatarlo pero en su huida, son descubiertos por Waternoose, el dueño de la compañía que les hace creer que regresarán a Bu a su casa, pero que finalmente los traiciona y los envía a los Himalaya, en donde conocen al Abominable Hombre de las Nieves, otro exiliado del mundo de los monstruos. Ya sin Sulley ni Wazowski que los molesten, Randall y Waternoose ponen en la maquina a Bu para poder quintuplicar la energía obtenida por sus gritos y salvar a la compañía, que viene en picada debido a que los niños son cada vez más perspicaces y ya no se asustan con facilidad. A punto de encenderla, Sulley reaparece y con una fuerza descomunal la desarma y libera a Bu. Comienza entonces una loca persecución por alcanzar la puerta del armario de Bu entre Randall, el esbirro de Waternoose, y Sulley, Wasowski y Bu; como podemos anticipar, esta es ganada por nuestros héroes que derrotan a Randall y lo destierran indefinidamente al mundo de los humanos en donde recibe su merecido. En una jugada maestra, Sulley tiende una trampa a Waternoose que fuera de sí, cae y confiesa que es capaz de robar a cuanto niño sea necesario para rescatar su compañía. Esta confesión es vista y grabada en el cuarto de entrenamientos para sustos, por la ADN o Agencia de Detección de Niños, que es dirigida por Rose, la insufrible asistente administrativa que en realidad es Número Uno, la líder de ADN infiltrada en la compañía para descubrir los malévolos planes de Waternoose. Antes de que la empresa sea clausurada, Sulley; que en el proceso había comprobado la inocencia e inocuidad de los niños, con la que Waternoose había manipulado a sus trabajadores y a la opinión pública, haciéndoles creer que el contacto con ellos era mortal; decide darle un giro al método de abastecimiento de energía, y cambia gritos por risas, ya que estas habían resultado mucho más energéticas que los sustos. Al final se invierten los papeles y es ahora Wazowski quien hace las veces de alegrador, arrancando carcajadas a sus niños, mientras que Sully se convierte en el responsable en jefe de la operación de Monster Inc. que por supuesto, se salva de la banca rota.
Quiero, a partir de ahora, hacer un análisis profundo de lo que podemos leer entre líneas de este largometraje, del mensaje escondido que con intención o sin esta, claramente nos habla de una realidad bastante más obscura y siniestra detrás de la historia.
El argumento nos plantea dos mundos paralelos, el nuestro tangible y material, y el de los monstruos, invisible a nuestros ojos pero no por ello inexistente; ambos mundos o dimensiones se superponen sin aparentemente tocarse, sin embargo existe entre ambos un vinculo o puente que los monstruos utilizan para entrar en contacto con nuestra dimensión, estas entradas que en la película son representadas como puertas, serían en realidad portales dimensionales que estas entidades crearían para recolectar la energía producida por los humanos. Energía que por cierto, viene justamente del miedo, una de las emociones más poderosas con la que se ha controlado a la humanidad desde siempre. Desde el punto de vista del argumento, esta energía es de vital importancia para las entidades de esa dimensión y sin ella su existencia estaría en riesgo. Podemos suponer entonces que estas entidades, no por casualidad asociadas a monstruos; o bien, habitan una realidad tecnológicamente más avanzada, ya que ellos pueden entrar a nuestra dimensión y nosotros no a la suya; o bien, son entidades energética, vibracional e informacionalmente más poderosas, pertenecientes a una dimensión superior a la nuestra. Que nos decantemos por una o por otra, no significa que son excluyentes, bien podrían ser vibracional y tecnológicamente superiores. Ya desde antiguo este tipo de entidades eran nombradas como arcontes o demonios, dos términos que describían entidades milenarias e invisibles, acusadas de inmiscuirse en la realidad de la humanidad para sacar el mejor provecho. Con la modernidad, extraterrestres o seres interdimensionales, se han vuelto sinónimos de las definiciones anteriores, pero en síntesis, antes o ahora, hablamos de voluntades no materiales que parecen buscar la energía humana de la misma manera que la planta al mineral, lo animal a lo vegetal y lo consciente a lo animal. En esta cadena evolutiva, el reino superior se apoya en el reino inferior para progresar, por lo que no es de extrañar que por encima del ser humano, existan seres puramente energéticos que recolectan los frutos de sus emociones vividas o soñadas. El miedo, el odio, la angustia, la ira y la tristeza, serían emociones negativas, apetitosos manjares cuya calidad mejora en magnitud que la inocencia e ingenuidad de los victimados se incrementa. Esta historia nos explica que todo aquello que provoca esta clase de emociones, provee materia prima selecta a los recolectores interdimensionales que la recogen, quizás durante el sueño. Si la existencia tridimensional de la conciencia nace por default en medio del sufrimiento, a saber el hambre, el frio, el dolor, el deseo y el abandono, por mencionar algunas sensaciones gratuitas desde la cuna, podríamos señalar como potenciadores o catalizadores, a toda actividad voluntaria que busca reproducir de manera generalizada e intensiva, las sensaciones antes señaladas a nivel mundial, para así incrementar la cantidad y calidad de energías negativas a todo lo largo del planeta. Y ahora yo me pregunto, ¿si quien vela por ello, lo hará por simple diversión, maldad o por acuerdo mutuo con otras entidades y si es así, a cambio de qué? ¿Habría entidades más hambrientas que otras?
Por otro lado, la historia nos dice también que hasta entre estas entidades, hay distintos niveles de conciencia, de Sulley a Waternoose, habría entidades que entienden la gravedad del sufrimiento tras provocar estas emociones; unos estarían por evitarlas y otros por fomentarlas, de la misma manera que el ser humano decide de qué o de qué no alimentarse, en la medida que es consciente de donde viene lo que va a consumir. Desde este punto de vista, no habría maldad en el mundo de los "monstruos", no es algo personal, para la gran mayoría de ellos, sería una cuestión de inconsciencia e indiferencia.
Un elemento que me llamó poderosamente la atención fue el cambio en el tipo de emoción que al final de la historia se maneja, so pretexto que la alegría, a través de la risa, incrementa la energía producida. No me sorprende porque en efecto, la risa desencadena estados emocionales de alegría que es sin duda, más poderosa que el miedo, pero en esta historia, la risa viene del gozo de ver sufrir al otro, el sufrimiento solo se desplaza, y es ahora el monstruo clown, el que se sacrifica para obtener la energía. Así que este "happy end" me deja inconforme porque, ya sea por una vía o por la otra, pero se sigue drenando la energía humana, en realidad, el único cambio fue de polaridad, de negativa a positiva, pero la víctima sigue siendo víctima. Así que ¿Cuál es la solución al acertijo? si es que hay una. Desde este punto de vista y extrapolando esta descripción al contexto interdimensional que estoy manejando, nadie esta exento de esta circunstancia, se crea o no se crea en ella, se tenga fe o no en cualquier tipo de ideología religiosa, te protejas o no con rituales o amuletos; el camino a la liberación sería complejo y requeriría del control total de las emociones que sentimos y hacemos sentir, la ecuanimidad ante cualquier tipo de evento, en el entendido que no hay emoción si nada es real y por lo tanto, nada nos puede alterar, lo que en el Tao se entiende como el no-hacer o la no-acción. Un estado dificilísimo de alcanzar que poca gente iluminada, como los monjes tibetanos en inclaustración dominan. Sin embargo, yo soy más optimista y pienso que es en el amor, donde podría estar la puerta de salida, ya que el amor es un estado inalterable que más que crear una emoción, te aísla de ellas manteniéndote imperturbable, el amor no es un sentimiento, es un absoluto que no entiende de felicidad, ni de alegría, o de miedo; se es amor porque se vive en él, todo desequilibrio viene de no estar en él y encamina al sufrimiento. Es esto o pactar, llagar a acuerdos con sus consecuentes repercusiones, pero de eso hablaremos en otro momento.
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